Se cree que el origen de su nombre viene de la época medieval, por la cantidad de brezos que poblaban la zona y a los hidalgos o nobleza a la que pertenecían estas tierras.
Este lugar fue propiedad del Monasterio de San Andrés de Arroyo. Perteneció a la merindad de Monzón y no pagaban ningún tributo, es decir, era un pueblo de behetría o libre.
En el pago medianero del Castrillo se localizón hace años una punta de flecha de la Edad de Bronce. |