Támara
conserva restos del recinto amurallado medieval, por cuya
puerta del arco aún se entra al pueblo, un "castillo"
(así llaman a la Iglesia de San Hipólito),
los restos de una antigua adadía y su ermita románica.
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La pieza mas importante
que hoy se puede visitar es la Iglesia de San
Hipólito.
Impresionante templo que Alfonso
XI mandó construir
bajo la advocación de San Hipólito y que
es más catedral que parroquia.
Obra de transición gótico-renacentista levantada
en el periodo de los siglos XV al XVII, rematada con una
imponente torre de la Escuela de Juan de Herrera, construida
tras desplomarse la primitiva.
En la cara frontal encontramos
tres accesos al templo. Destacan el escudo sobre la puerta
central y los arcos de las puertas laterales.
En su interior, se pueden encontrar verdaderas
obras de arte: la monumental reja gótica de Francisco
de Osorno, el órgano ibérico (uno de los más
antiguos de Europa), la pila bautismal, atribuida a Juan
de Colonia, y la sillería del coro, de Fernando
de Hinestrosa, el púlpito con sus filigranas góticas,
el coro gótico florido con arco renacentista y la columna
exenta que se encarga de sostener el órgano por medio
de un capitel profusamente ornamentado.
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Todavía se conservan
restos muy importantes de la antigua Abadía
de San Miguel: torre románica, puerta románica
con archivolta del siglo XIII. Fue un antiguo templo románico
del Monasterio Benedictino que había en la Villa.
Después de la Batalla de Támara pasó
a ser "Priorato" dependiente de Cardeña.
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Ermita de la
Virgen de Rombrada: se desconoce exactamente su
fecha de construcción. No obstante, su planta entre
visigótica y románica y la tradición
inmemorial de Nuestra Señora de Rombrada como patrona
de Támara hacen pensar que este edificio fuese lo
más antiguo de la localidad. Las crónicas
religiosas de 1502 ya hablan de la tradición Mariana
en la Ermita desde tiempos de las incursiones musulmanas.
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Casco urbano, cerrado
y de trazado medieval, con su plaza porticada en el centro
y lo más alto de la Villa, dominando el paisaje de
Tierra de Campos y la Ruta Jacobea hacia Frómista
y Carrión de los Condes.
Destaca la construcción
en piedra, madera y, muy especialmente, en adobe. Aún
quedan edificaciones hechas de adobe que han resistido el
paso de generaciones y hoy se conservan como verdaderos
tesoros.
Dentro de la arquitectura
civil de la Villa destacan dos palacetes construidos en
piedra de sillería, en cuyas fachadas destacan escudos
y balconeras.
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